miércoles, 25 de diciembre de 2013

El debate catalán (16)

Creo haber dicho ya que me da mucha pereza escribir sobre el tema catalán, pero como considero de suma importancia ofrecer nuevas perspectivas que poco a poco vayan aclarando el mensaje unívoco que a mi modo de ver utiliza el soberanismo, sigo proponiendo opiniones, datos o referencias que puedan interesar.

Por un lado un estudio electoral acerca del sentimiento independentista de los catalanes, por otra, un artículo de Francesc Moreno en el que expone sus razones contrarias al independentismo.

Análisis del referendum catalán

Por qué no soy independentista




lunes, 16 de diciembre de 2013

Cataluña contra Cataluña

La pasada semana se celebró en Barcelona un simposio con el elocuente título de España contra Cataluña. Se trata de una serie de conferencias donde los convocantes, por supuesto con el patrocinio de la Generalitat Catalana, repasan la historia de los agravios que durante los últimos trescientos años, desde aquel mitificado 1714, Cataluña ha sufrido por  parte de España. Dicen los organizadores que se trata de un simposio histórico donde los temas se han tratado científicamente, partiendo de la irrebatible premisa de que ese agravio está más que demostrado.   

La verdad es que calificar de científico un simposio cuyo título ya prejuzga el sentido de las intervenciones tiene gracia, pero claro, considerando que se mueve en la órbita nacionalista nada debe extrañarnos. Cierto es que han participado historiadores, pero ya se sabe, dime qué conclusiones quieres para un informe técnico y yo te buscaré los “especialistas” apropiados.

Reconozco cierta pereza para abordar el tema pero no querría dejar pasar la oportunidad para hacer referencia por una parte de una entrevista aparecida hoy mismo en la prensa al historiador británico John H. Elliot. Ante la pregunta de qué se pierde cuando alguien se centra en los mitos de la propia historia su respuesta es así de clara: “Llega uno al ensimismamiento, a mi modo de ver. Es decir, una sociedad se empobrece si vive con una visión rígida de su pasado. Rígida y muchas veces falsificada y distorsionada. Eso elimina la creatividad”. Precisamente sobre la opción por el archiduque Carlos que se tomó en buena parte de Cataluña, no en toda, en la guerra de Sucesión, “posiblemente la primera guerra mundial”, nos da una pista interesante, “En Cataluña persistía aún el impacto de la lucha contra los franceses tras la ocupación que Francia había hecho de Cataluña en 1640”. Elliot hace continuamente referencias a Jaume Vicens Vices y su intento de desmitificar la historia de España en referencia a Cataluña, parece que, al menos en buena parte de su tierra, no tuvo el éxito esperado.

La segunda referencia es un artículo de Fernando García de Cortázar también de hoy. Como donde hay patrón no manda marinero, termino el escrito con una parte del mismo, es algo larga pero creo que merece la pena:

“Cataluña ha caminado en ella (en la historia) no junto a España, sino en España misma.
Por su deseo de hacer de todos los españoles ciudadanos con derechos, los catalanes participaron en las Cortes de Cádiz, lucharon por la independencia de una misma patria, combatieron contra el absolutismo, se esforzaron por construir un sistema parlamentario que pusiera los fundamentos de una nación libre. Como españoles, las catalanes se beneficiaron del impulso de un mercado protegido de la competencia foránea, disfrutaron de la fortuna de las colonias, construyeron una sociedad industrial, expandieron los valores de una burguesía moderna y con Laureano Figuerola inventaron la peseta para simplificar las transacciones comerciales. También como españoles, los catalanes sufrieron las consecuencias devastadoras del desastre del 98, y meditaron con sus compatriotas sobre la necesidad de una regeneración nacional que devolviera el pulso a la España sumida en el desconcierto y la desmoralización. Como españoles, los catalanes plantearon la modernización de las estructuras políticas, el cultivo de la diversidad cultural y la autonomía administrativa. Los trabajadores de Cataluña, como obreros españoles que eran, levantaron los formidables edificios del sindicalismo socialista, del movimiento libertario y del asociacionismo católico. Y, como español, el pueblo catalán de hundió en el enloquecido abismo de una guerra civil que amenazó con aniquilar para siempre nuestro sentido de la civilización.
Como otros muchos españoles, muchos catalanes emprendieron el camino de la reconciliación, cuando la niebla de la tragedia fue desvaneciéndose. En Cataluña también volvió a construirse una idea de España que superara para siempre las causas de la catástrofe.
Los jóvenes de Cataluña vibraron con los versos de Celaya proclamando a todo pulmón que España estaba en marcha y afirmando el derecho a vivir en una nación libre. La Cataluña de la Transición protagonizó los acuerdos fundacionales de la democracia, y la Generalitat del presidente Tarradellas se alzó como símbolo del  compromiso de Cataluña en la construcción de una España constitucional. No hay circunstancia de nuestra historia moderna en la que España y Cataluña puedan entenderse solas”.


No reconocer este pasado común, de manera crítica, leyendo todas las páginas de la historia, las que nos favorecen y las que nos perjudican, podría presentarnos un futuro de Cataluña contra Cataluña.  

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Historia o apología

Se habla mucho estos días sobre la historia o mejor, sobre el uso de la historia como arma arrojadiza de unos contra otros, a cuenta de un curioso congreso que empezará mañana en Barcelona y del que me ahorro citar el título. Acabo de encontrar una cita de Juan Luis Vives que data de comienzos del siglo XVI, que parece oportuna:

" Cree el autor que su principal obligación consiste en exaltar cuanto pueda al pueblo que describe; no pone sus ojos en la verdad, sino en la reputación de aquella nación (...); los muy necios no entienden que eso no es escribir historia, sino defender la causa de ese pueblo; lo cual es tarea de abogado, no de historiador"

Juan Luis Vives, en De Disciplinis

 

martes, 10 de diciembre de 2013

El debate catalán (15)

Hoy traemnos unas declaraciones de Isidro Fainé, presidente de la Caixa, respecto a los temores del empresariado catalán por la deriva soberanista.

Isidro Fainé: President, te estás equivocando

Y un artículo de Xavier Pericay

Xavier Pericay: La sentimentalidad catalana


domingo, 8 de diciembre de 2013

El concepto de patriotismo en el siglo XVIII. Una cita.

Dentro del proceso acumulativo de la historia (no pueden entenderse hechos aislados, sino en relación a los precedentes), el siglo XVIII es básico para comprender los conflictos entre las tendencias conservadoras y liberales del XIX, incluso acontecimientos posteriores.

He encontrado unas referencias interesantes acerca del significado de los términos patria, nación y patriotismo en el siglo de Las Luces que os brindo a quienes les interese el tema, son de Carmen Iglesias y están en el capítulo El fin del siglo XVIII: La entrada en la contemporaneidad, de su libro “No siempre lo peor es cierto”:

“… es importante tener en cuenta que el patriotismo en el siglo XVIII implica un “sentido de amor a la libertad bajo el escudo de las leyes”, “… “patria” no es el lugar de nacimiento, sino la “organización  política de la sociedad y de las leyes”.

“Hacia patria o nación se siente, por así decir, un amor racional y consciente, que nada tiene que ver con el amor irracional que exhibirá el nacionalismo alemán y que será, a partir de entonces, la marca del nacionalismo. El patriotismo del siglo XVIII es cosmopolita y abierto; el nacionalismo, a partir de Herder y demás teóricos, exige una unidad excluyente, pues ésta no se basa tanto en la libertad y las leyes, no es un concepto de derecho público, sino que, en un sentido totalmente opuesto, define la nación como una “identidad cultural y étnica”, más importante que la constitución política y más importante que la libertad, pues esa “comunidad de cultura” se erige contra toda contaminación e impureza, contra toda mixtura cultural y lingüística”.

Sin comentarios…

sábado, 7 de diciembre de 2013

lunes, 2 de diciembre de 2013

El debate catalán (13)

El valenciano Ricardo García Carcel, Catedrático de Historia Moderna, es uno de nuestros grandes historiadores actuales. En esta entrevista habla sobre las bases históricas del actual secesionismo catalán:

"Se ha dotado 1714 de componentes victimistas"