domingo, 2 de noviembre de 2014

Libros, historias y referencias

Han caído en mis manos en la últimas semanas varios libros de historia de distinto pelaje pero siempre interesantes. El primero es Reyes Forales Medievales del Reino de Valencia, de José Vicente Gómez Bayarri. Bayarri es Catedrático de Historia y miembro de la Real Academia de Cultura Valenciana. A lo largo de más de trescientas páginas nos detalla las semblanzas personales, los conflictos de política y armas, las principales decisiones de las Cortes Valencianas, las distintas emisiones de monedas, etc., de los reyes que ocuparon tal magistratura desde la creación del Reino por Jaume I, hasta la unión de las Coronas de Aragón y Castilla en las personas de Fernando e Isabel respectivamente. Se trata de un libro descriptivo, cronológico y repleto de datos, bueno para entender el cuando y el como, pero corto en lo que se refiere al porqué. Adecuado para quien desee una primera aproximación a nuestra historia medieval, a partir de la cual profundizar en las razones de los distintos comportamientos.

El segundo es La Corona de Aragón. Manipulación, mito e historia, obra del también Catedrático y prolífico escritor José Luis Corral, tiene además la virtud de ofrecer una óptica “aragonesa” del periodo histórico que trata: Corral nació en la zaragozana Daroca e imparte clases en su Universidad. Como el autor afirma en la primera línea de la Introducción, se trata de un libro de Historia y por ello no obvia ni fechas ni hechos, pero incide de manera acertada en la amplia mitología y exageradas tergiversaciones se han escrito sobre la Corona de Aragón, principalmente desde los antiguos Condados Catalanes, en su ansia por justificar opciones que no son más que políticas. Un simple repaso al índice y sus anexos nos deja claras las intenciones de la obra: “La falsificación de la historia de la Corona de Aragón”, “¿Qué fue la Corona de Aragón?”, “Las intitulaciones de los reyes de Aragón y soberanos de la Corona de Aragón”, etc., exponiendo con meridiana claridad que la misma “No constituye ninguna “federación”, ni “confederación” de Estados”, y que “Los Estados que integran la Corona de Aragón mantienen sus propias leyes (Fueros de Aragón, Usatges en Cataluña o Furs en Valencia) y sus instituciones, pero bajo un mismo soberano”; una Corona en fin, que “se sostiene en sus soberanos y en la continuidad de su linaje”, y que desaparecerá precisamente cuando con la muerte sin descendencia de Carlos II el Hechizado, se acabe dicho linaje y la Corona de Aragón junto al resto de Coronas hispánicas, entre en una cruenta y larga guerra civil de la que a fin saldrá victorioso el Borbón Felipe V, precisamente el mismo al que Carlos II había nombrado heredero en su testamento de 3 de octubre de 1700. Un libro altamente recomendable y más ahora, con la cantidad de historietas que algunos nos cuentan.   

El tercero de los libros es Historia de la nación y del nacionalismo español, obra magna de más de mil quinientas páginas, dirigida por Antonio Morales Moya, Juan Pablo Fusi Aizpurúa y Andrés de Blas Guerrero, y en la que participan un total de cuarenta y ocho autores, especialistas en las distintas áreas que se estudian. Se trata de una obra de lectura y relecturas permanentes porque va a ser muy difícil a partir de su aparición hablar de los orígenes mitológicos de España, de su extensa Edad Media o las Crónicas medievales, de la “ideología” de la época imperial, o la del romanticismo, o de las distintas corrientes culturales por poner unos ejemplos, sin acudir a ella ni considerar las referencias que ofrece. Fruto como queda dicho del trabajo de muchos autores, podría parecer en principio contradictoria en sí misma puesto que llega a ofrecer versiones distintas de unos mismos hechos, pero es ahí precisamente donde está su valor, en que lejos de contradecirse se complementa con la riqueza de la discrepancia haciendo buena quizás aquella arriesgada cita de Paul Valéry de que la historia justifica lo que se desea, no enseñando nada porque lo contiene todo y da ejemplo de todo. Libro apropiado para quien se acerque a la historia con ánimo de aprendizaje del que se pase a una reflexión profunda sobre aquello que somos y del porqué lo somos.

El cuarto libro es Historia mínima de España, de Juan Pablo Fusi Aizpurúa. Fusi forma parte de ese grupo de historiadores, junto con Antonio Domínguez, Santos Juliá, Vicens Vives, García de Cortázar, José Carlos Mainer, García Cárcel, Carmen Iglesias, Fontana y algunos otros, que han sabido unir al estudio e investigación de la historia, la difusión popular de la misma, sacándola de las selectas aulas universitarias para hacerla comprensible al lector simplemente interesado. Es posible que sea un atrevimiento por mi parte afirmar esto, pero creo que son quienes mejor han sabido coger el testigo modernizador de nuestra historiografía, iniciado por los grandes hispanistas ingleses y franceses como Joseph Pérez, Hugh Thomas, Elliott, Bonassie, etc., superando las primeras interpretaciones de los Sanchez Albornoz, Pidal, Castro o Madariaga, por poner algunos ejemplos. En esa línea el libro de Fusi es un extraordinario compendio, en trescientas páginas, de la historia de España desde su prehistoria hasta la actual época democrática. Necesariamente debe ser un libro de resúmenes e interpretaciones generales pero precisamente por eso es tan valioso para quien desee tener un mínimo conocimiento histórico de su nación. El texto se estructura en seis grandes bloques temáticos: La formación de Hispania, La España Medieval, La España Imperial, El siglo XVIII español: el fin del Antiguo Régimen, España 1808-1939: la debilidad del estado nacional y De la dictadura a la democracia. Sin menoscabo de que pueda cada cual matizar alguna de esas interpretaciones, es un libro absolutamente recomendable. Si quien esto escribe tuviese alguna influencia en el Ministerio de Educación (y en los diecisiete ministeritos autonómicos), propondría que no acabase ningún estudiante sus estudios de enseñanza media, cualquiera que fuese la rama, sin haber estudiado este libro.