sábado, 12 de marzo de 2011

DESCORAZONADOR

          Quienes se hayan asomado a este blog habrán comprobado que se trata de algo personal que no busca ningún tipo de especialización, seguramente porque quien lo escribe es incapaz de ello. Pese a ese carácter, se han evitado ciertos temas personalísimos, por su nulo interés para terceros y porque creo que en público y por una cuestión de respeto hacia los demás, no procede exteriorizar ciertos sentimientos, fundamentalmente cuando son dolorosos. Pero por una vez, y espero que no sirva de precedente, voy a incumplir esta norma, en parte por sugerencia de algunos amigos y en parte porque de la anécdota personal, podremos llegar a la categoría general.

          Durante estos días estoy viviendo una experiencia especialmente penosa, desde una institución pública como es el Ayuntamiento de Beneixama se están lanzando ciertos mensajes en los que a mi parecer, se me intenta vincular con hechos que tal y como se presentan pueden parecer incluso delictivos, y eso duele. Pero empecemos por el principio, los lectores del pueblo ya saben los antecedentes, pero como me consta que los hay de otros lugares, permítanme una breve introducción.

          Durante doce años, entre 1995 a 2007, he sido miembro de la Corporación Municipal de Beneixama, los cuatro primeros como concejal en la oposición, desempeñando no obstante la delegación de Medio Ambiente, y en los siguientes ocho como alcalde. Ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida. En este tiempo he tenido con mis adversarios políticos las lógicas divergencias, pero siempre nos hemos mantenido unos y otros dentro de los cauces de la corrección y las formas. Tras ese período nuestras relaciones personales creo que no han empeorado ni mucho menos, bien al contrario, seguramente porque en las discusiones nunca se cayó en el insulto ni en el menosprecio personal; se critican las acciones, pero nunca a las personas.

          No hizo falta en ningún momento acudir, por ejemplo, a los tribunales para dirimir diferencias, en buena parte porque nadie dudaba de la correcta gestión administrativa y contable de la institución, así como de la honestidad del contrario; los funcionarios encargados de ello eran fiables, en un ejercicio exquisito de profesionalidad nunca tomaron partido por unos u otros, como debe ser, y todos teníamos claro que trabajaban para el Ayuntamiento, gobernase quien gobernase. Pero además, asumimos como fundamental la transparencia en la gestión: ni estando en la oposición ni en el gobierno hubo restricciones por ejemplo para consultar el Registro, o para acceder a las dependencias municipales, o para consultar expedientes, o para fiscalizar las facturas y los pagos. En estos momentos, y por motivos que no me toca a mí defender, la oposición estima que carece por completo de información y que todo son obstáculos para cumplir su función fiscalizadora. En ejercicio de lo que es su obligación, y aconsejados por reputados abogados municipalistas, han puesto el caso en conocimiento del Sindic de Comptes, sin prejuzgar nada, y con el único deseo de obtener una información que repetidas veces se les ha negado. Esto por lo visto al equipo de gobierno le ha sentado fatal, pero que vamos a hacer, son los instrumentos que la democracia tiene y mal que pese, todos debemos someternos a ellos. Pero esto, repito, no me toca a mí defenderlo, aunque en estos momentos incomprensiblemente estoy padeciendo ciertas consecuencias, y aquí viene la parte dolorosa.
   
          En un Pleno celebrado el día uno de febrero pasado, la Sra. alcaldesa manifestó tranquilamente que durante las anteriores legislaturas, había "desaparecido" dinero de una cuenta bancaria municipal, gestionada por mí y por el Sr. Secretario, que se habían hecho trasferencias a cuentas particulares sin que se supiese el destino de ese dinero, y que de ello tendría que hacerse cargo el Ayuntamiento. Muchos quedamos atónitos ante tales palabras, como podrán imaginarse, yo de manera especial. Hay suficientes testigos de todo ello. No conformes con estas lindezas, hace unos días se repartió por todo el pueblo un Boletín Informativo del Equipo de Gobierno, en el que de nuevo me nombraban, y basándose en una solicitud de devolución de dinero formulada por un empresario, se dice que “tras comprobar que esos fondos, y otros muchos, habían sido transferidos a una cuenta particular”, se abre “expediente municipal de “información reservada” en los servicios económicos municipales”. A mi modesto entender, no hay que ser muy perspicaz en la lectura entre líneas para ver el afán difamatorio del escrito y repito, eso duele.

          Veamos la explicación de ese movimiento de fondos. Cuando el Ayuntamiento estaba promocionando la ejecución de un nuevo polígono industrial, algunos empresarios se mostraron interesados en participar del mismo. Para asegurarnos ese interés, tuvieron que aportar en concepto de fianza una cantidad según los metros que deseaban; posteriormente y tras constituir ellos una Agrupación de Interés Urbanístico, obtener en CIF y abrir su cuenta corriente, aquellas fianzas se transfirieron a la cuenta de la Agrupación, se trataba exactamente de un importe de 147.695,21 euros y la fecha el 8 de octubre de 2001; en ese importe está incluidos los 16.000,00 euros de "D.H.C". Es decir, el dinero era de los empresarios y tras constituir su sociedad, simplemente volvió a ellos. ¿Alguien ve algún indicio de delito en todo esto?, ¿dónde están las irregularidades?, con lo fácil que es obtener todas estas explicaciones, ¿cómo se atreve alguien a mezclar nombres, traspasos extraños de fondos, etc.? En el Boletín se anuncia la “existencia de un expediente municipal de información reservada –en relación a la gestión económica del anterior equipo de gobierno- y la comparecencia por la actual alcaldesa ante la Fiscalía de Alicante hace pocas fechas”. Si la Sra. alcaldesa acude a la Fiscalía de Alicante en relación a estos hechos, ¿debemos entender que ve en ellos indicios de delito?, ¡cuánto daño gratuito se está haciendo de manera tan absurda! La información y documentos al respecto, la pongo a disposición de cualquier miembro del equipo de gobierno que realmente quiera aclarar sus dudas, aunque si consultan los registros contables del Ayuntamiento podrán hacer la misma comprobación, porque todo está sobradamente documentado. En cualquier caso, repito, quedo a su disposición. Pero salgamos del caso particular y busquemos algunas conclusiones generales.

          1/ La democracia se basa en los partidos políticos, pero las instituciones deben tener la suficiente fortaleza para no dejarse dominar por aquellos, en concreto, un Ayuntamiento tiene unas normas de funcionamiento perfectamente reguladas por las leyes, y todos deben someterse de manera taxativa a ellas. Nadie es quien, por mucho respaldo electoral que tenga, a forzar una interpretación fraudulenta de las mismas.

          2/ La transparencia es básica para el correcto funcionamiento de cualquier institución pública, los expedientes, los registros, de decretos,… han de estar en todo momento a disposición de la oposición, para que ésta pueda  cumplir su obligación fiscalizadora.

          3/ Las instituciones son fundamentalmente organizaciones que prestan servicios a los ciudadanos. Resulta inmoral el sometimiento de estos organismos a la voluntad caprichosa de sus dirigentes. Se administran fondos públicos y es obligación de esos dirigentes ser escrupuloso en el gasto. En el día a día deberían imponerse como máxima el respeto de todas las opiniones, incluso de las minorías, así como evitar en todo momento provocar crispación entre los ciudadanos.

          4/ Discrepar no significa insultar. El sentido último del sistema democrático es canalizar las divergencias políticas, sin ideas distintas no habría democracia. El gobierno gobierna y la oposición controla, pero en cualquier caso la crítica de unos y otros debe ser hacia las decisiones, pero sin faltar nunca al respeto que las personas se merecen. Cuando mayores sean las diferencias de criterio, e incluso los posibles mal entendidos, más empeño debería existir en aclararlos primeramente de forma interna, evitando a toda costa trasladar a la ciudadanía una crispación que a todos acaba por perjudicar.

          Se que a cualquier lector estos puntos le parecerán obvios, pero no está de más que de cuando en cuando comprobemos si en la práctica somos o no consecuentes con ellos.

    

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Antonio, me parece muy bien que dés explicaciones, que además están muy claras, para el que quiera entenderlo, pero creo que lo que debes hacer ya es ir a los tribunales y si el Ayuntamiento de Beneixama tiene que pagar que lo pague, por difamación, ya está bien de que siempre son los mismos los que tienen que aguantar los palos de la justicias (o de la injusticia...).
Un abrazo
jesús Sanchis Maestre.

Anónimo dijo...

Antonio, no fa falta que dones ninguna explicació; tots els que et coneixem no hem dubtat mai de tu ni ho farem; el que fa falta es que estigues una altra vegada dins i de primer en la llista, per a que els dones tota la llenya que es mereixen, que no es poca. Tot el poble esta esperant vore't en les llistes de primer; animat i agafa el bau pels cuernos. El poble de Beneixama et necesita una altra vegada i ara més que mai.

M.J.

Antonio Valdés Vidal dijo...

Grácies per eixes paraules. En qualsevol cas, el que crec que fá falta es un poc de sentit comù.

Anónimo dijo...

Aunque es comprensible que mucha gente a la hora de emitir su voto quiera ser fiel a su idiología politica, hoy y por desgracia, en nuestro pueblo, habrá que dejar la idiología a un lado y elegir al candidato que pueda sacar a la Institución-Ayuntamiento-de todas las tropelias que se han cometido, que normalice la convivencia entre los vecinos, que el compadreo, la prepotencia, la falta de trasparencia y un montón de cosas mas queden como un mal recuerdo.
Pues bien, de los tres candidatos a la Alcaldía, solo hay uno que puede conseguir todo esto y como aqui nos conocemos todos, el unico que puede conseguir todo esto es Antonio Valdés Vidal