"Y ese fondo es el que asoma, magullado, malherido, hecho trizas o añicos, entre la empanada mental de proclamas que los chavales indignados lanzan contra el «sistema» que los ha moldeado; proclamas cuyo lenguaje acata los códigos que el propio «sistema» les ha inculcado: democracia participativa, libertades ciudadanas, subsidios, financiación pública, etcétera; y todo ello aderezado con un emotivismo párvulo y efervescente. Que es como si el esclavo le pidiera a su amo que lo esclavice más amorosamente, que le brinde mejor techo y comida más abundante; requerimiento que halaga al amo sobremanera, pues cuando el esclavo reclama mejoras en las condiciones de su esclavitud está reconociendo que sin esclavitud no podría sobrevivir ya, que no hay vida fuera de la esclavitud. Y entonces el amo le dice al esclavo con sorna, mientras satisface sus peticiones utilizando como remedio la causa de sus males: «¿Qué te parece? El mismo vino que te enfermó te cura y da salud»".
Juan Manuel de Prada
1 comentario:
Me gustaría que comentases tú el texto, porque yo no lo entiendo. Supongo que cuando lo has copiado en tu blog es porque lo entiendes y compartes la opinión del autor. Te agradecería que te explicases para saber yo también si estoy o no de acuerdo.
Un saludo,
Irene
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