lunes, 19 de marzo de 2012

La Bolsa en 2012

          A estas alturas de la vida, o lo que es lo mismo en los tiempos que corren, a estas alturas de la crisis, sería uno muy tonto o muy visionario como para pretender hacer una recomendación sobre la bolsa. No, ya la he hecho otras veces y confío que nadie haya hecho demasiado caso…

          Así las cosas, dejemos la aritmomancia y acudamos a la filosofía, que por lo menos aparenta ser algo más serio para el caso. Para invertir en bolsa en 2012, el mejor consejo es: conócete a ti mismo; ahí es nada. Veamos, ¿eres de los de la botella medio llena o medio vacía?, ¿te gusta la primavera o el otoño?, cuándo te levantas un lunes ¿canturreas en la ducha o maldices el agua fría?, pues la bolsa durante los próximos meses puede ser algo parecido. ¿Ves algún brote verde (perdón por la referencia) en el secarral del déficit?, ¿crees que las medidas del Gobierno contradecirán su propia previsión de más de seiscientos mil nuevos parados?, ¿habrán miles de nuevos emprendedores que tengan el suficiente coraje  como para abrir un negocio y contratar por lo menos a uno o dos trabajadores?  … y así todas las preguntas que se te ocurran.

          Si después de hacértelas aún te queda cuerpo para ver un telediario, quizás sea bueno que inviertas algo en bolsa, pero recuerda, dinero que no te haga falta en bastantes meses, en empresas grandes con mucha liquidez, fijándote en que la rentabilidad por dividendo sea mayor que cualquier otro producto de renta fija, y siempre, siempre, sin creer que las acciones sean uno más de la familia, ten en cuenta que un pequeño accionista, e incluso muchos pequeños accionistas juntos, no son más que números para quienes se sientan en los consejos de administración, siempre muy bien retribuidos. Es posible que dentro de un par de años o tres los títulos hayan tenido una buena revalorización, que tus ahorros se hayan multiplicado y mientras tanto, que la rentabilidad haya duplicado o triplicado el Ipc,… o no. 

          En caso contrario, si el túnel aún te parece infinito y el sobresalto mayor que te permites es el resultado de tu equipo el domingo, no te arriesgues, busca un plazo fijo en un banco sin peligro quiebra, que haberlos haylos, aunque haya que buscarlos, y a vivir, no hay nada más reconfortante que un sueño plácido.

P.D.: Se que al leer estas líneas una amiga muy previsible me preguntará: ¿pero tú qué harías?, se lo contestaré en privado.