martes, 19 de marzo de 2013

En torno a la muerte


No me dirán que el tema no es enormemente sugerente. La muerte en realidad lo es todo dentro de la vida, porque es precisamente la certeza que tenemos de la muerte aquello por lo que somos conscientes de que vivimos.

Esta semana he tenido la oportunidad de asistir a una conferencia de Fernando Savater titulada El sentido de la vida ante la perspectiva de la muerte, ahí es nada. Savater habla de lo importante de manera cotidiana, es decir, te cuenta que es la muerte lo que nos hace pensativos, con la misma sencillez con que cualquiera comenta la tormenta del día antes en la barra de un bar del pueblo. Es precisamente esa contidianidad la que te permite a la salida vislumbrar el final de la vida, de tu vida, con una cierta normalidad, y te conformas mejor ante tu inevitable trágico final, aunque no sea más que durante un par de horas, sin tener necesariamente que haber padecido previamente un infarto, experiencia que según dicen los que la pasan, si la pasan, que te hace que mirar la vida “de otra manera”.

Efectivamente la muerte, ser conscientes de la muerte, que no es lo mismo que tener miedo a la muerte, es lo que nos da la certeza de nuestra vulnerabilidad, y porque somos vulnerables, aceptamos la moralidad,… y los vicios, cara y cruz de la misma moneda, y nos esforzamos en crear cultura como una prevención ante la misma muerte. No hay nada tan inmoral ni tan tonto como un inmortal dios mitológico. “Solo lo frágil y lo vulnerable es digno de amor”, dice el maestro; y también la muerte no da libertad, añade Spinoza: “El hombre libre sólo piensa en la muerte, y su sabiduría es una meditación, no de la muerte, sino de la vida”.

Es en ese contexto sencillo, evidente, racional, cuando Savater, ya entrado en edad, dice por experiencia propia aquello de que “lo divertido de la vejez es que todo se convierte en un deporte de riesgo”, y entonces el auditorio no puede evitar una risa casi estruendosa ante la inevitable perspectiva de la muerte.       

Pero aún queda un mensaje-resumen que llega con las preguntas; ¿cuáles son las virtudes ante la vida?: el coraje precisamente para vivir; la generosidad para convivir y la prudencia para sobrevivir.

Buenas noches y felices sueños.