jueves, 16 de mayo de 2013

El "problema" de España VI


El Padre Feijoo (Casdemiro, 1676 – Oviedo, 1764), antecedente clave de nuestra Ilustración, fue posiblemente uno de los primeros intelectuales que miraron a Europa, fundamentalmente a Francia, como modelo de aprendizaje. Quizás, aunque parezca un atrevimiento, podríamos encontrar en él un antecesor del “España es el problema, Europa la solución” de Ortega. Su obra literaria en forma de ensayos, de los primeros en aparecer en España, fue una suerte de recopilación de novedades científicas llegadas del continente y reflexiones ante los errores que creía percibir en su entorno. La siguiente cita nos ilustra contra los extremos y sobre la necesidad de conocer y apreciar lo que proviene de otros países.

         “Dos extremos, entrambos reprehensibles, noto en nuestros españoles, en orden a las cosas nacionales: unos las engrandecen hasta el cielo; otros la abaten hasta el abismo. Aquellos que ni con el trato de los extranjeros, ni con la lectura de los libros esparcieron su espíritu fuera del recinto de su patria, juzgan que cuanto hay de bueno en el mundo está encerrado en ella. De aquí aquel bárbaro desdén con que miran a las demás naciones, asquean su idioma, abominan sus costumbres, no quieren escuchar o escuchan con irrisión sus adelantamientos en artes y ciencias. Bástales ver a otro español con un libro italiano o francés en la mano, para condenarle por genio extravagante o ridículo”