Después de días de frío y lluvia hoy hemos tenido una agradable
tarde de primavera (vaya primera línea más hortera que me ha salido; claro, es mayo
florido), de esas que invitan a pasear por la sierra o por las calles. Así las
cosas, me la he pasado en casa.
Hace unos domingos que en el ABC te regalaban un libro titulado Retrato de España dedicado a su 110 aniversario, y siendo la tarde
tan placentera, siesta de sofá incluida, no he encontrado mejor forma de
aprovecharla que repasando las risas y lágrimas de nuestro último siglo con
fondo de Eric Clapton en estéreo, que para esto de ver con perspectiva nuestros caretos siempre
ayudan los aires anglosajones. Tiene entradillas de algunos de sus columnistas más
o menos habituales: Santiago Castelo, Juan Pablo Fusi, Marina, Cortázar, Juan
Manuel de Prada, Juaristi, Gabriel Albiac, Ignacio Camacho, tan pesimista últimamente
de puro regeneracionista, etc.
Ver en foto y pluma ciento y tantos años de un tirón te hace
sentir como un moderno diablo cojuelo sobrevolando “lo más notable que a estas
horas pasa en esta Babilonia española”, y que puñetas, tampoco somos tan malos
ni tan distintos. Guerras, arte, muerte y vida, toros y literatura, pasión,
decepción, ángeles y demonios, héroes y villanos,… hombres y mujeres al fin y
al cabo, con una mezcla de grandezas e hideputas que no hay dios que las
separe.
Quizás el más certero sea el legendario Julio Camba, que
cierra el libro, hablando de los españoles que viven en París o Londres. “Como
ambos son españoles, ambos se pasan la vida protestando: el de Paris, contra
Francia, y el de Londres contra Inglaterra. Mientras tanto ustedes, los
españoles que no han abandonado España, protestan contra ella.” Pues eso, la
foto de una tarde cualquiera.