Según la Constitución Española la soberanía nacional reside en el pueblo español, es decir, en caso de decidir si la Nación se trocea todos los ciudadanos deben opinar porque a todos efecta. En la teoría nacionalista del "derecho a decidir", figura hasta ahora desconocida en el derecho internacional, se supone que unos pocos pueden decidir por todos.
Pero esto tiene muchos problemas, entre ellos uno que quizás ha pasado inadvertido a sus promotores hasta el momento, y es que si unos pocos pueden decidir, ¿porqué no otros pocos dentro de esos pocos pueden decidir lo contrario que los primeros?
La sociedad civil, otros dirán que la del sentido común, empieza a movilizarse en ese sintido. Como ejemplo el que sigue:
Plataforma ciudadana en contra de la independencia
También los empresarios catalanes, siempre tan cautos, empiezan a opinar:
Declaraciones del presidente de Freixenet