Guy Sorman
domingo, 20 de diciembre de 2015
De "La admirable mediocridad de la democracia"
"La democracia, como la libertad de expresión, es el oxigeno que respiramos: descubrimos su importancia vital el día que nos privan de él. Por tanto, la principal virtud de la democracia es que existe. El mero hecho de que todos los partidos en liza acepten sus reglas y de que sepamos de antemano que los ganadores y los perdedores aceptarán el resultado en vez de empezar una guerra civil ya es, en sí, un gran motivo de alegría, mal apreciado, pero más decisivo aún que los resultados de unos y otros.... La democracia, añadía Popper, no garantiza en absoluto que el pueblo elija al más capacitado para gobernar, pero nos asegura, en principio, que se marchará,... El futuro presidente del Gobierno español será, dentro de cuatro años, su expresidente, lo que es una invitación a la modestia para los vencedores y a la paciencia para los perdedores".