Hoy hay elecciones en Alemania. En un brindis por aquel país propongo una cita de Nietzsche contenida en su libro Humano, demasiado humano (I), del capítulo Una ojeada al Estado que creo que nos viene bien para nuestros días y circunstancias:
"El comercio y la industria, el tráfico de libros y correspondencias, la comunidad de toda cultura superior, la rápida mudanza de vivienda y paisaje, la actual vida trashumante de todos los que no poseen tierra, todas estas circunstancias traen consigo necesariamente, el debilitamiento y, por último, la destrucción de las naciones, las de Europa por lo menos, en forma que como consecuencia de constantes mezclas se desarrolla forzosamente de ellas una raza mixta, la del hombre europeo. Opónese hoy por hoy a esta evolución, consciente o inconscientemente, el aislamiento mutuo de las naciones determinado por el fomento de las enemistades nacionales; pero no obstante tales ocasionales contracorrientes progresa lentamente este proceso de mezcla. Por lo demás, ese nacionalismo artificioso es tan peligroso como ha sido el catolicismo artificioso, pues significa esencialmente un estado de emergencia y de sitio impuesto por una minoría a la mayoría y tiene necesidad de la pérfida astucia, la mentira y la violencia para mantener su prestigio. No el interés de la mayoría (de los pueblos, como se dice por ahí), sino en primer término el interés de determinadas dinastías y en segundo lugar de determinados sectores del comercio y de la sociedad propulsa ese nacionalismo. Quien haya comprendido esto, no debe vacilar en proclamarse buen europeo y trabajar activamente por la fusión de las distintas naciones;..."
Friedrich Nietzsche
Por favor, si conocéis algún nacionalista, y dado que no creo que este tipo de gente se asomen con frecuencia a este blog, dejadle leer el párrafo, no pretende ser más que una simple vacuna para una peligrosa enfermedad.